Entrevista a Concita de Gregorio
Publicada en Periodismo Humano
CONCITA DE GREGORIO
Directora del periódico L’Unità hasta el pasado mes de junio, es también una incansable defensora de la igualdad entre hombres y mujeres, y que nunca ha ocultado su oposición a la política de Silvio Berlusconi.
Directora del periódico L’Unità hasta el pasado mes de junio, es también una incansable defensora de la igualdad entre hombres y mujeres, y que nunca ha ocultado su oposición a la política de Silvio Berlusconi.
Transmite fuerza, contagia energía. Concita de Gregorio no duda en afirmar que “el 15 M es la cosa más importante que ha pasado en Europa desde la posguerra. Estamos en el fin de una época. En España e Italia hemos tenido dictaduras, ha habido gente que ha muerto por una democracia representativa, en la que ciudadanos como tú, votais para que alguien te represente y trabaje por el bien común”.
Licenciada en Ciencias Políticas en la Universidad de Pisa, de Gregorio se puso al frente de L´Unità en mayo de 2008. Bajo su mando, la línea editorial del periódico italiano tradicionalmente vinculado con el Partido Comunista y ahora con su herededor, el Partido Demócratas de Izquierda, se impregnó de una denuncia activa de la corrupción italiana así como una intensa lucha por los derechos de los jóvenes, de los inmigrantes y de las mujeres. La periodista italiana se muestra orgullosa de ello, de haber contribuido a que las mujeres italianas salieran a la calle el pasado 13 de febrero para gritar “basta”. “Las mujeres han dicho basta ya, te explican que no han salido antes no por falta de ganas si no por falta de tiempo, porque no se discute que el trabajo maternal les pertenece”.
Ese día más de un millón de italianos salió a la calle “contra Berlusconi y contra la pasividad de la sociedad berlusconiana”. “Tanto la izquierda como la derecha (en Italia para ganar el referéndum se ha de conseguir el favor de la mitad más uno de los que tienen derecho a votar, no de los sufragios totales emitidos) votaron para mostrar su opinión sobre las centrales nucleares, el agua pública y la ley del legítimo impedimento a la que se acogía Berlusconi para no presentarse ante los tribunales. Cuando la opinión es para algo claro y fuerte, la gente vota”. Y añade que “el tesoro escondido de la democracia es los que no votan, ese tercio que se muestra indiferente. Ese tesoro se ha de descubrir”.
De Gregorio comenta que el sistema actual está muy enfermo porque “los representados no se sienten como tal por el sistema de leyes electorales que ha ido cambiando para proteger a los políticos. Los partidos políticos eligen al elegido, no los ciudadanos. No tenemos posibilidad de elegir quién queremos que nos represente. Es una clase política muy débil, no tiene la fuerza de la multitud y pueden ser corruptos con mucha facilidad, el chantaje está por medio”.
A pesar de ello, no cree que la democracia directa pueda ser una forma de gobierno,”es imposible” asevera. “Hay que encontrar nuevas leyes electorales, que los partidos tengan parte pero sólo sean uno de los sujetos. La realidad no está solo formada por partidos políticos”. Concita de Gregorio se muestra contundente: “La clase política depende de los partidos no del consenso de los ciudadanos, es una forma de apropiarse de la democracia directa. La democracia directa es ir a la calle”.
De ascendencia española, su madre es catalana, todavía recuerda cuando vivía en Cataluña a finales de los años 60: “En los colegios y mercados no se podía hablar catalán. Mi abuelo hablaba a escondidas y cuando estaba yo paraba de hacerlo para protegerme. De niña me parecía un idioma secreto”. Por eso confiesa que cuando le dijeron que su último libro se había traducido al español se alegró, pero que la verdadera emoción la sintió al saber que se había traducido también al catalán. “Hace falta volver a ser pequeños para ser mayores”, comenta complacida.
Concita de Gregorio en Valencia (G. M.)
Un libro ,“Una madre lo sabe” (Ed. Tàndem) que nació con la idea de desmontar las ideas preconcebida que hay sobre la maternidad: “He tenido 4 hijos, en cuatro etapas diferentes. El instinto maternal no tiene que ver con la naturaleza. Pertenece a la cultura, a las relaciones con los padres, con el mundo, a su situación personal…”. Cree que muchas cosas serían diferentes si se hablara con claridad, que hay que entender las cosas para cambiarlas, “hacerlas entendibles a quien vive al lado tuyo”. “Es la consapevolezza (toma de conciencia) que decimos en Italia”, y explica “todos los sabemos pero no todos sabemos que lo sabemos. La consapevolezza es el origen de la política, estar en el mundo con la sabiduría de que sí puedes, que tienes algo que decir, que ése es tu papel”.
La recientemente galardonada con el premio ”Llibertad d´Expressió” por la Unió de Periodistes Valencians tiene muy claro que con Internet se acerca “el principio del fin del régimen mediático de la televisión” . Comenta que un ejemplo se ha visto en Italia con el pasado referéndum cuando “la maquinaria política de Berlusconi no ha servido para nada. Los videos de sátira política que circulan por Internet son más impactantes e influyentes en la sociedad pública que los periódicos. La risa es revolucionaria. En Italia hay un dicho “un sorriso sempre ti seppelisce”, (una sonrisa te va a enterrar). El cómico Beppe Grillo o el periodista Marco Travaglio trabajan con la ironía pero, por ejemplo, Grillo se muestra demasiado enfadado. Es mas fácil destrozar que construir. Se necesita gente muy enfadada pero con mucha ilusión, caras nuevas.”
Un cambio en los medios de comunicación que, a su entender, irá unido a un cambio político: “La generación política actual está muy vinculada a la televisión y va a desaparecer. Vendrá otra más democrática, conectada con la realidad”. Una apuesta por la realidad que pasa por aceptar el paso del tiempo. “La cirugía estética masiva, la eterna juventud, afecta también políticamente de una forma muy profunda, porque si rechazas el tiempo que pasa en tu cara, rechazas la responsabilidad de las acciones, las consecuencias y después no te sientes responsable de nada. Berlusconi ahora tiene pelo pero hubo una época en la que era calvo. Él dice, y los demás, que es una forma de respeto con los demás, pero todo es postizo, es una trampa. El futuro no tiene sentido si no hay pasado y entonces la política deja de ser interesante”. “¿Alguien está preparando el futuro?”, se pregunta, “yo creo que no, y esto tiene mucho que ver con la silicona”.
De Gregorio enjuicia sin tapujos los arcaicos morales impuestos por el berlusconismo: “En Italia se ha admitido un ejemplo político de un hombre muy poderoso y rico que es un modelo de los años 50 con muchas mujeres que callan y hacen lo que tú quieres de ellas. Si te pagan 10.000 euros cada noche y, en cambio, ves que chicas universitarias están cobrando solo 400 euros al mes… Claro que les tienta, piensan que se puede solucionar la vida si se acuestan con un viejo. Pero de esa forma volveríamos atrás en siglos. Frente a la prostitución, un político no tendría que elegir las mejores prostitutas si no encontrarles alternativas de vida”.
Para Concita de Gregorio “ser buen ciudadano no es no tener angustia… si no encontrar tu sitio, compartirlo con los demás”. “No existiría luz sino existiera la sombra, necesitamos la sombra. Necesitamos el miedo para ser valientes. No es no tener miedo, es tenerlo y controlarlo”.
Esa podredumbre ética se combate, según De Gregorio, con una firme apuesta por la educación pública: “Es la única forma de luchar contra la política de Silvio Berlusconi es que la gente tenga sus propios pensamientos. En Italia conocemos muy bien la violencia, ser violento es una debilidad porque no apela a la razón, ni al sentimiento. Pero no es suficiente. Necesitamos una mirada, que se parece a la mirada de las mujeres, que una ambas cosas.Conectar razón y sentimiento es el verdadero motor de todas las evoluciones y revoluciones.”
Concita de Gregorio acaba la conversación con la misma fuerza que la empezó, celebrando el cambio que está viviendo la sociedad: “ Ni Italia ni España son Dubai, no tienen petróleo ni gas, tenemos siglos de arte, de cultura y conocimiento. Indignáos porque necesitamos vuestra inteligencia”.
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