Héctor Febles
El Hierro
Publicado en la Revista Ae9Héctor Febles |
1998 fue el año clave, cuando oficialmente pasaron a producir en ecológico. “Aunque aquí, casi siempre se ha hecho en ecológico porque se han comido siempre los prados de aquí. Faltaba la parte de piensos, no poder echar el pienso ecológico, si en algún momento lo necesitamos aunque de normal no, porque los prados son bastante fuertes”.
En la actualidad tienen 155 animales, de razas que aunque no son autóctonas (charolesa, francesa y fleckvieh, alemana) si están adaptadas al medio. “Si las razas no están adaptadas a la larga vas a tener más problemas con enfermedades”. Sus animales se crían al aire libre, bajo arboledas, excepto los más pequeños que están en la explotación. Una forma de criarlos, en ecológico, que a pesar de las dificultades que conlleva, principalmente el agua (“no hay afluentes y hay que traerla de los pueblos y distribuirla por donde haga falta”) tiene un principal beneficio: “comes algo que no tiene química, que no tiene nada raro en la carne.”
Además, asegura Héctor, que la ganadería ecológica es rentable. “No hay sobrecoste como cree la gente que piensa que la AE es muy cara. Si te sabes organizar no es tan cara como se piensa.” Pero sería más fácil si contarán con apoyos de la administración, principalmente en el tema del agua: “No hace falta tanto el dinero como el que nos hagan caso. Hay mucha burocracia para todo. Que lleguen a conclusiones, en lugar de que el político y el técnico vayan por un sitio y nosotros por otro. Se podrían aprovechar muchos gastos.” Ellos se forman en el día a día. Consultan a ganaderos, veterinarios y se fijan en lo que ellos mismos hacen, en qué funciona mejor. Acuden a ferias y el padre de Héctor, por ejemplo, pertenece a la cooperativa canaria 7 Colmenas. Aprenden de todo y de todos. El objetivo es mantenerse. “Vamos poco a poco, luchando. Hay que ir mejorando y para
adelante.”
“Al ganadero le gusta seguir en este mundo, ver que las cosas las estás haciendo bien y que te van funcionando. Somos los únicos en vacuno que distribuimos a las siete islas. Es nuestro concepto de canal corto local: sólo comercializamos en el archipiélago. Es un orgullo. Ver que has empezado algo y que va bien. Te satisface cuando un cliente viene a nuestra carnicería y te dice ‘si esto es el hígado de la res, como estará el resto’. Es una alegría cuando ves que les gusta, que apuestan por lo nuestro. Por eso a la gente le diría que se asesoren bien y que le echen muchas ganas. Merece la pena”.
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