Toni Seguí
Inca (Mallorca)
Publicado en la Revista Ae11Toni Seguí |
En el Puig Santa Magadalena (Inca, Mallorca) se encuentra Son Jover, la finca de Toni Seguí. Cuando a sus 48 años, echa la vista atrás, siempre le vienen a la mente recuerdos en el campo, junto a sus padres. Él sigue la tradición familiar desde hace 20 años. Lo hace en sus 150 ha. donde tiene almendros y algarrobos. “No suelo tener problemas, los jóvenes los trato una vez al año con cobre y ya está”.
Toni también cuenta con 350 ovejas raza roja mallorquina (hasta hace 5 años eran de raza blanca mallorquina). “El ganado está pasturando, dejamos un 20 o 30 por ciento de las hembras jóvenes de la misma granja. Solo cambiamos los machos. Hace tres años que empezamos con el queso; siempre me había gustado mucho este tema”.
Natural de Inca, empezó en ecológico hace casi 19 años. Primero con almendra y algarroba, ya que había mucha demanda.“Me gustó que no llevara productos químicos. Nunca hemos hecho una producción intensiva. Nos costó muy poco el cambio”.
Inscrito en el Consell Balear de Producció Agrària Ecològica (CBPAE), distribuye la carne a través de varios canales: Ecoilla, una cooperativa de productos ecológicos, una carnicería en Palma, mercadillos ecológicos…“No se vende todo por ecológico porque la demanda de carne no es muy grande. Ecoilla también me distribuye los quesos. También queremos montar un punto de venta en casa”.
Una de las mayores complicaciones las encuentra en la burocracia. “Nos piden papeles para todo, y eso dificulta mucho. Lo que la Administración debería hacer es ayudarnos ofreciendo cursillos sobre venta directa, ventajas de productos ecológicos…”
El otro gran escollo para Toni es la falta de veterinarios ecológicos, ya que “solo hay en uno o dos y no son especialistas. Nos falta mucha información sobre todo en temas relacionadas con la alimentación de las ovejas de leche y con enfermedades de los pies de las ovejas.” A él lo asesoran en la Asociación de Defensa Sanitaria (ADS) y en la Asociación de la Producción Agraria Ecológica de Mallorca (APAEMA). Unas dificultades que para él son mínimas en comparación con la satisfacción que le produce trabajar en ecológico: “Los mayores beneficios es que no damos productos químicos y que somos autosuficientes, menos de cereal.” A lo largo de la conversación hay una palabra que Toni repite varias veces: autosuficiencia. “Me preguntan que si ahora que he montado la quesería pondré más ovejas, pero no, porque no tengo más pasto. El queso va bien, pero tampoco vamos a buscar la máxima producción, simplemente que la granja pueda mantener las ovejas. Queremos ser lo que somos ahora: Vender nuestro producto y nada más, solo autosuficiencia. Estamos muy contentos”.
Cuenta que ahora con la crisis hay vecinos que están empezando a seguir su ejemplo, en una búsqueda de reducción de gasto. “Hace 10 años, los abonos eran más baratos… Ahora mismo con el gasoil, mejor no labrar porque está muy caro todo. Mis vecinos tienen más ovejas pero muchos más nitratos. Nosotros tiramos abono ecológico, pero solo 100 kg por hectárea.”
Convencido de que lo que hace es lo correcto, ve el futuro con optimismo porque cada vez hay más gente que pide productos hechos por los agricultores. “La mayoría de gente no sabe lo que compra. Yo le digo a la gente que va a comprar carne que mire el cuño de dónde está muerto porque mucha gente ni lo mira. Se debería buscar el producto local, la producción propia. Incluso hay muchos agricultores, con fincas declaradas, que están en mercados y no indican que es producción propia”.
Cuando se le pide que de un consejo a las personas que están planteándose dedicarse a la ganadería ecológica, Toni, no duda: “que se informen bien para hacerla rentable. No es difícil.”
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