“La huerta ha estado siempre acompañada de aromáticas. Con ellas podemos regular, entre otras cosas, las plagas”
Alonso Navarro
Málaga
Publicado en la RevistaAe15
Alonso Navarro |
En la actualidad está al frente de Plantaromed un proyecto de cultivo de plantas aromáticas y medicinales (PAM) y de producción de semillas de polinización abierta [se permite que las plantas polinicen naturalmente mediante los insectos, el viento y el agua] que se desarrolla en la finca el Viso los Romeros, situada en la Reserva de la Biosfera de la Sierra de las Nieves, entre Alozaina y Yunquera (Málaga). “Me considero un agricultor ecológicosinérgico- biodinámico. Lo principal, ser ecológico. Lo de sinérgico es porque no tocamos el suelo, lo cubrimos con paja y hacemos cultivos asociados de plantas para crear biomasa en la tierra con sus raíces. Las prácticas biodinámicas son otras herramientas que incorporamos al cultivo con varios preparados que van a la tierra y al compost”.
En sus 3,5 ha tienen cultivos de hortícolas, cítricos, frutales y PAM. “Quiero crear un vergel manteniendo cultivos antiguos de naranjos e incorporando otros árboles nuevos como aguacates o melocotón. De otoño a mediados de invierno enraízo plantas y produzco semillas. Tenemos una media de reproducción de 300-400 variedades de PAM que van rotando”.
Su padre era muy aficionado a sacar semillas y él aprendió desde pequeño colaborando en estas labores. Su trabajo diario se centra en la conservación y en la recuperación de semillas de variedades antiguas y en la creación y mantenimiento de colecciones de PAM. Estudia cómo crear sus propios insumos, cómo ciertas plantas pueden curar a otras, y a personas, o influir en las propiedades de los cultivos (aroma, sabor, nutrientes..). “Con los extractos de algunas plantas, se puede regular una finca y sus plagas. Con cuatro tipos distintos de plantas ya tienes regulada tu finca. La huerta siempre ha estado sembrada de aromáticas. Con las PAM podemos lograr equilibrar las plagas y quizá obtener otros beneficios. Las PAM van a ser una de las principales fuentes económicas para los agricultores.”
Cuenta Alonso que aunque su finca tiene también sus plagas las consigue regular con tratamientos con extractos fermentados: “Con las aromáticas consigo una regulación estupenda de mi campo. A veces tengo algún mildiu pero ahora, por ejemplo, estoy haciendo pruebas con aloe vera y me lo está controlando. Las PAM logran un equilibrio entre ellas creando una biodiversidad dentro del mismo cultivo. Mi base siempre ha sido la ortiga, ahora la trabajo junto al tomillo y el aloe vera pero también uso consuelda, helecho, cola de caballo, capuchina para la mosca blanca y mildiu, albahaca, olivarda, flor de caléndula… El tomillo va muy bien como bactericida e insecticida. Por ejemplo, para proteger las semillas utilizo mucho el aceite del árbol del té, así como con infusiones de tomillo y de geranio. También va muy bien la salvia.”
Alonso cursó un módulo de jardinería y diversos talleres y cursos de biodinámica pero se define como autodidacta e intuitivo. Entró en el mundo ecológico porque le atraía pero sobre todo por salud.
“Cuando empecé a trabajar en los campos veía cosas que no eran normales. Aunque mi padre nos enseñó a recolectar semillas del campo, también las compraba. Empecé a conocer los nombres de Bayer, Monsanto… e investigando, poco a poco me decidí por lo ecológico, porque es lo más natural.”
La distribución de sus productos la hace tanto en mercados locales como por internet “Si trabajas, como yo, 12-15 horas la agricultura es rentable. Nos da para vivir la familia. Lo único que hace falta es tener un orden. Hay que diferenciar bien el trabajo, de la investigación. Nuestra finalidad es intentar crear unos productos tanto en la semilla, como en la planta y en algunas hortalizas y cítricos, no para producir más o menos si no para que haya un equilibrio y que cuando alguien se lo coma, que ingiera salud y vitalidad.”
Comenzó a realizar un trabajo de recuperación de variedades de polinización abierta de la zona, con su mujer Mercè cuando conocieron el trabajo de la Red Andaluza de Semillas en una feria. A partir de ahí empezaron a recoger semillas por el pueblo entre la gente mayor. “El contacto directo con los agricultores mayores es un encuentro con las semillas antiguas. Yo me metí porque me encantaba. No sabía de normativas pero cogía una semilla, me iba a una plaza y la intercambiaba por otra,
como se hacía antiguamente”.
En la actualidad, Alonso es el presidente de la Red. “Lo que reivindicamos es que cada uno coja semillas tradicionales y las reproduzca en su campo. Es sencillo, si no funciona es por la comodidad de la gente: ‘voy a un vivero y me hacen las plantas’. Si todos los agricultores pusieran un 15% de las semillas locales que tienen alrededor, imagina si habría semillas andando”.
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