"La existencia de Centros Experimentales bien dotados de personal cualificado, competente y eficiente, así como de medios materiales es crucial para el impulso de la innovación en el sector agroecológico"
Profesor de Investigación. Coordinador IVIA (Instituto
Valenciano de Investigaciones agrarias).
Entrevista publicada en la Revista Ae.
Fernando Pomares, Coordinador IVIA
Fernando Pomares, Coordinador IVIA
¿Puede describir su vínculo con la producción ecológica?
Comenzó en la década de los años noventa, época en la
que empezó a desarrollarse el movimiento de Agroecología en la CV. En esa
época mi trabajo profesional en el Departamento de Recursos Naturales del IVIA
estaba centrado en la línea de investigación sobre el aprovechamiento de los
residuos orgánicos para el abonado de cultivos agrícolas.
Mi primera colaboración con el sector de la producción
ecológica fue el asesoramiento en la elaboración del compost a partir de
estiércoles a la Cooperativa “Terra Viva” de Alboraya, entidad pionera en la
CV.
Colaboré con diferentes entidades y a partir de la creación del Comitè d’Agricultura Ecològica de la Comunitat Valenciana,
también, como miembro de del Comité de Calificación del CAE-CV. Y como
miembro de la SEAE, de la cual fui Vicepresidente durante dos años (1997 y
1998), hemos colaborado, presentando comunicaciones en todos los congresos.
Trabaja en el IVIA ¿cuál es su principal línea de trabajo?
El IVIA es un instituto de investigación agraria, cuyos
orígenes se remontan al año 1868, que depende de la Generalitat Valenciana.
Se compone de siete centros, cuatro estaciones experimentales y varios
servicios de apoyo. Uno de esos centros se dedica al Desarrollo de Agricultura
Sostenible (CDAS), en el que desempeño el puesto de Coordinador desde 2007.
Su objetivo central es el estudio del uso sostenible de los
recursos como el suelo, el agua y los fertilizantes. Las actividades de
investigación relacionadas con la producción ecológica las llevamos a cabo
principalmente en el grupo de Fertilidad y Conservación de Suelos, que en la
actualidad cuenta con dos investigadores, y en las próximas semanas la
plantilla se quedará reducida a un investigador, debido a mi jubilación
inminente.
La línea central de nuestro trabajo en el área de la
producción ecológica es la gestión de la materia orgánica en su
multifuncionalidad: como fuente de nutrientes esenciales para los cultivos,
como agente cementante de las partículas del suelo en agregados estructurales,
y como factor central de la actividad biológica del suelo, influyente tanto en
los procesos de liberación de nutrientes como en la
capacidad supresiva del suelo. Hemos obtenido evidencias
experimentales de la importancia de la materia orgánica para incrementar o
mantener la fertilidad y calidad de los suelos de cultivo, y de algunos riesgos
derivados de los residuos orgánicos. También hemos logrado información
experimental básica para el planteamiento de estrategias de fertilización
orgánica en AE, y hemos constatado la viabilidad económica y sostenibilidad
ambiental del cultivo de la producción ecológica
de hortalizas.
Algunas de las actividades realizadas durante los últimos
años han sido posibles gracias a dos proyectos I+D+i, con financiación del
INIA (Instituto Nacional de Investigación Agroalimentaria) y otros dos con
fondos europeos (VEGINECO y BIO-INCROP).
Entre las innovaciones que se han producido en los últimos
años en producción ecológica, ¿cuáles destacaría?
A pesar de que en general los recursos destinados a
actividades de investigación en el sector agroecológico, tanto a nivel
estatal como autonómico, han sido relativamente escasos, se han realizado un
alto número de trabajos experimentales en los que han participado grupos
adscritos a diferentes tipos de entidades: Centros Experimentales,
Universidades, Organizaciones Agrarias, ONG, etc. Durante los últimos años se
han introducido un buen número de innovaciones en el sector de AE, entre las que
destacaría las siguientes: a) para el riego, métodos de riego deficitario
controlado; b) para el control de hierbas adventicias, el acolchado con
materiales biodegradables, la solarización y la escarda térmica; c) para la
desinfección del suelo, la biofumigación; d) para el manejo del suelo y la
fertilización, nuevos productos fertilizantes líquidos (té de compost o
vermicompost, hidrolizados proteicos, extractos de algas, derivados de algunos
residuos agroalimentarios, etc.) indicados para aplicaciones vía foliar o
mediante el riego, así como biofertilizantes enriquecidos con microorganismos
para diferentes funciones (micorrización, solubilización del fósforo,
fijación del nitrógeno, estimulación del desarrollo radicular, antagonistas de
patógenos, etc.; e) para el compostaje, los inoculantes a base de
microorganismos eficientes; y f) para el control sanitario (plagas y enfermedades) de los cultivos, diferentes técnicas para potenciar la acción de la
fauna auxiliar (parasitoides y depredadores), así como el uso de algunos
antagonistas y feromonas de confusión sexual, biopesticidas como el Bacillus
thuringiensis, y diferentes tipos de extractos de plantas.
¿Cómo describiría el panorama ecológico estatal desde el
punto de vista de la innovación en la producción primaria? ¿En qué se
asemeja y diferencia de la situación europea?
El panorama es poco satisfactorio. España ocupa el primer
lugar de Europa en superficie dedicada a la producción ecológica, pero los
medios destinados a la financiación de proyectos competitivos I+D+i son
insuficientes.
Existen algunos grupos dispersos de investigadores en
algunos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y
también en algunos centros de investigación autonómicos (antiguos centros
del INIA), y únicamente existía un centro de investigación dedicado
totalmente a desarrollar actividades propias de producción ecológica, es el
Centro de Agricultura Ecológica y de Montaña (CAEM) localizado en Plasencia
(Extremadura), que dependía del INIA, que ha sido cerrado reciente- mente. La
situación entre las diferentes CC AA es asimétrica. Andalucía, la que ocupa
el primer lugar en superficie destinada a la producción ecológica, dedica
muchos más medios a las actividades de I+D+i que el resto de España. La
situación europea es mejor, principalmente en países como Suiza, Alemania,
Dinamarca, etc., que muestran un gran interés en el fomento de la
alimentación ecológica.
¿Qué medidas sería necesario aplicar para mejorar la
innovación en la producción agraria primaria?
En primer lugar, una clara voluntad política por parte de
los poderes públicos de prestar un mayor apoyo a este sector que necesita con
urgencia una mayor dotación presupuestaria para proyectos I+D+i.
También hay que aumentar el número de investigadores
altamente cualificados para poder constituir grupos de investigación robustos,
con suficiente masa crítica para poder presentar, con una probabilidad alta de
éxito, proyectos competitivos en convocatorias europeas y nacionales.
Además, el personal investigador debería de tener una
estabilidad laboral que le permita plantear trabajos experimentales a medio y
largo plazo. A este respecto, la creación de unidades mixtas Centros de
Investigación / Universidades podría contribuir a mejorar la eficiencia de la
actividad investigadora.
Para que la transferencia y difusión de los resultados de
los proyectos de investigación lleguen adecuadamente a los productores
ecológicos, los servicios de transferencia deben contar con suficientes
medios, tanto en personal como instalaciones experimentales. Y la función de
trans-ferencia juega un papel crucial en el sistema
investigación-experimentación-transferencia-formación, ya que los servicios
de transferencia deben organizarse como vías de doble dirección: una para la
difusión de los resultados de la investigación hacia los productores y, otra,
para captar y transmitir los problemas concretos del sector agroecológico a
los responsables de los centros experimentales para su estudio y resolución.
La creación de una red de fincas colaboradoras con diferentes entidades del
sector agroalimentario podrían complementar las disponibilidades en parcelas
de ensayos existentes en los Centros Experimentales, lo que permitiría mejorar
calidad de los resultados experimentales.
Aunque algunos profesionales suelen poner en práctica una
investigación participativa en sus proyectos agroecológicos, considero muy importante
su generalización para que haya una participación efectiva de todo el equipo
en el trabajo, incluidos los propios productores.
¿Cuál es el papel que juegan los Centros Experimentales en
el impulso de la innovación agroecológica?
La existencia de Centros Experimentales bien dotados de
personal cualificado, competente y eficiente, así como de medios materiales es
crucial para el impulso de la innovación en el sector agroecológico. Existe
bastante consenso entre los economistas de que la inversión que se dedica a
las actividades I+D+i es bastante fructífera y rentable en términos
económicos y sociales, y constituye un pilar básico para el desarrollo de
cualquier sector económico de la sociedad.
Pero para que sean eficientes en la resolución de problemas
se requiere una adecuada dotación presupuestaria y que cuente con los medios
necesarios para poder atender satisfactoriamente las demandas de los
productores.
¿Cómo ve la situación a medio y largo plazo? ¿Es
optimista?
Creo que existen bastantes motivos para sustentar el
optimismo. El primero es el crecimiento experimentado por el sector, que en un
periodo de 25 años en España ha pasado de prácticamente cero a una
superficie de producción ecológica certificada de cerca de dos millones ha.
Otro motivo, es la mejor adaptación de la producción ecológica que la
convencional en periodos de crisis como el actual, siendo el sistema
agroecológico particularmente idóneo para generar puestos de trabajo,
particularmente para los jóvenes.
Además, en un escenario futuro de cambio climático, la
producción agroecológica tendrá una situación relativa más favorable que
la convencional, ya que existen evidencias de que el sistema de AE es más
adaptable al cambio climático y puede mitigar más fácilmente sus efectos.
Otro aspecto es la tendencia creciente de reconocimiento e
interés de los consumidores por una alimentación de alta calidad, y por los
efectos de los sistemas de producción en el medio ambiente.
Por otra parte, creo que existen algunas incertidumbres y
retos de cara al futuro a los que el sector agroecológico tendrá que hacer
frente, como son: a) producir los alimentos ecológicos a precios asequibles;
b) mejorar el conocimiento actual de las bases agroecológicas de la
producción ecológica para permitir un buen diseño de los agrosistemas, y por
tanto un menor uso de insumos externos al agrosistema; c) desarrollar nuevos
métodos para el control de enfermedades fúngicas; d) reducir las diferencias
en rendimiento respecto a la producción convencional; y e) las incertidumbres
del nuevo reglamento de la UE, ya que puede introducir algunas modificaciones
relativas al procedimiento de control y certificación que pueden ser
perjudiciales para los intereses de los productores ecológicos. No obstante,
en general soy moderadamente optimista acerca del futuro del sector
agroecológico en la CV, en el resto de España y a nivel global.
Comentarios
Publicar un comentario