Ir al contenido principal

Entrevista a Artemi Cerdà


“Los suelos agrícolas pueden alimentar a la humanidad si se gestionan ecológicamente” 

Entrevista publicada en la Revista Ae


Fuegored, SOIL
Artemi Cerdà
Ha desarrollado sus investigaciones en la Universitat de València, Universiteit van Amsterdam, Bar-Ilan University, y el Centro de Investigaciones sobre Desertificación y el Instituto Pirenaico de Ecología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Mantiene colaboraciones con el Servicio Forestal y el Servicio Geológico de los Estados Unidos, Swansea University, Michigan Technological University, Wageningen University y University of Melbourne.

Desde 2011 es Presidente de la Soil System Sciences Division de la European Geoscience Union. Fundador de Fuegored y de la revista SOIL. Editor en jefe de la revista Land Degradation and Development y miembro de comités editoriales de una decena de revistas internacionales dedicadas a estudios de carácter ambiental. Es agricultor ecológico y socio de SEAE. 




Sabemos que Ud. es también agricultor ecológico. Cuéntenos cuáles son sus vínculos con la agricultura, el mundo rural y con la producción ecológica.

Soy agricultor por herencia. Mi familia ha trabajado la tierra desde hace generaciones y yo me crié en un ambiente de agricultores y de personas que vivían de y por la tierra. Cuando tuve que responsabilizarme de la gestión agrícola de esas tierras en mi mente no había otra opción que la agricultura ecológica (AE). Y más cuando allá por los años 90 utilizábamos más productos químicos de síntesis que nunca, y cuando muchos de ellos ya estaba demostrado que eran perjudiciales para la salud. Hoy están todos prohibidos. Afortunadamente. 

¿Por qué decidió dedicarse a la enseñanza superior en Geografía?

Porque la Geografía es la ciencia por excelencia del medio ambiente, de la tierra y de sus gentes. Los geógrafos estudiamos como la humanidad ha cambiado la Tierra, su fauna y flora, los suelos, los ríos, las montañas... y como los humanos nos relacionamos con nuestro entorno. Esa forma de ver y estudiar el mundo, tomando a la humanidad como la responsable de lo que acontece en el mundo, es mi perspectiva de la vida. Y por ello estudié Geografía, para conocer los efectos perniciosos de sociedades humanas que esquilman los recursos, y para estudiar aquellas sociedades que han sabido conservar los recursos y ceder a sus descendientes una Tierra sostenible.

Usted, además de dar clases en la Universidad de Valencia como Catedrático de Geografía, es también investigador del Grupo de Investigación de erosión y degradación (SEDER), ¿Cuál ha sido su trayectoria hasta llegar aquí?

Mi tarea investigadora se inició en 1989 como becario. Durante cuatro años preparé en la Universitat de València mi Tesis Doctoral sobre el proceso de infiltración del agua en los suelos, para después pasar a estudiar los procesos erosivos y la degradación de los suelos en distintos ecosistemas (desiertos en Israel y Bolivia, matorrales en España, bosques en EEUU...), y finalmente centralizar mi investigación en tres temáticas: erosión en campos de cultivo, efecto de los incendios en los suelos y el impacto de los taludes de carretera en el medio.

¿En qué líneas de investigación ha trabajado que tengan que ver con el suelo? ¿En qué líneas trabaja en la actualidad?

Mi trayectoria científica ha tenido siempre el suelo como sujeto de estudio. El suelo es quien nos permite disponer de alimentos, quien determina la química de la atmósfera, quien filtra las aguas, y es el substrato básico para la vegetación y la fauna. Sin suelos la Tierra no existiría. Por ello todas mis investigaciones tienen como objetivo conocer mejor el suelo. Tanto si estudio la intensidad de las lluvias, la recuperación de la vegetación tras incendio o la pedregosidad en un campo... el objetivo final es conocer mejor el suelo, ya que es fuente de recursos y servicios para las sociedades humanas. Y en la actualidad mi trabajo busca determinar los manejos sostenibles del suelo que permitan una explotación sostenible del territorio. Estamos trabajando con acolchados de paja, con restos de poda, geotextiles, evitando los herbicidas y el laboreo. En el proyecto RECARE se desarrollan todas estas iniciativas.

¿Cuál es bajo su punto de vista el estado actual de protección del suelo a nivel estatal? ¿Y europeo?

Nulo. El suelo es el gran olvidado en las políticas forestales y agrícolas. No se entiende que el suelo es fundamental para esta y futuras generaciones y, además, hay una falta de educación ambiental que informe del suelo y de su contribución a una sociedad más sostenible. Nuestros estudiantes, diré más, nuestros maestros y profesores desconocen lo que es el suelo, su función y su importancia. 

¿Qué opinión le merece la forma de conservar el suelo en España?

Nefasta. Increíblemente nuestros antepasados, muchos de ellos agricultores analfabetos hacían manejos mucho más sostenibles. Ahora, las condiciones de nuestros campos son peores que hace un siglo, con abandono de terrazas de cultivo, sistemas tradiciones y sostenibles de riego, abuso y mal uso de fertilizantes químicos de síntesis, reducción de la materia orgánica... Solo los agricultores ecológicos han mejorado la calidad de los suelos, pero los agricultores ecológicos somos los menos en una agricultura marcada por la producción a cualquier precio. Es por todo esto que desde el proyecto RECARE estamos estudiando como aplicar manejos adecuados que permitan la recuperación del suelo y de su productividad sin dañar los suelos, las aguas, la vida.

¿Cuál sería para usted una buena gestión de nuestros bosques y tierras?

El que agricultura y gestión forestal fuesen juntas. En el siglo XX se ha separado la agricultura de la ganadería, los montes de las tierras de cultivo y la producción se ha industrializado. El que la agricultura esté presente en las zonas forestales es una bendición para evitar incendios, diversidad, paisaje......

¿Cómo influye el abandono de las áreas rurales, las llamadas tierras marginales? ¿Cómo se podría resolver?

Son marginales porque no las sabemos explotar. Almería presentaba muchas tierras marginales hasta que encontramos formas de explotarlas de forma intensiva. Son tierras marginales porque ni las políticas ni la sociedad han sabido darles un uso adecuado. El abandono tiene como consecuencia la proliferación de incendios forestales y con ello un daño ambiental. Debemos recuperar las zonas de interior para hacerlas productivas y que además permitan tener un territorio mejor gestionado. El abandono del territorio permite una vuelta a cubiertas forestales densas y a la mejora de las calidades de las aguas, si bien el caudal de los ríos también decrece. Compaginar el abandono con algunos usos debe ser posible y necesario. Hay que buscar un espacio para la ganadería extensiva y para la agricultura en los fondos de valles y en terrazas que permita mantener el paisaje activo, que permita que la población esté presente en zonas de montaña para evitar el abandono total que nos lleva a territorios afectados por incendios forestales. No podemos seguir dando la espalda al interior donde siempre hubo tierras productivas.

¿Cree que falta formación al respecto? ¿Se enseña suficiente y correctamente en la universidad?

Falta formación, dedicación y pasión por el territorio. Nuestros estudiantes conocen básicamente la zona litoral y las actividades económicas que más contribuyen a la economía monetaria, pero desconocen las zonas de interior, la agricultura valenciana y su importancia en la cultura y en economía del país. En el proyecto RECARE de la Unión Europea hemos comprobado como los estudiantes de secundaria desconocen qué es un suelo y cómo hay que protegerlo. En la universidad comprobamos cada vez con mayor sorpresa que el suelo es para los estudiantes algo inerte, que no es importante en la gestión ambiental del territorio. Y esto nos hace que debamos iniciar cambios en el sistema educativo para que los suelos y la agricultura ocupen el lugar que les corresponde. 

¿Cree que la población está suficientemente concienciada frente al problema de los incendios?

No. La población solo entiende que los incendios deben de eliminarse por completo, y no acepta que el fuego es parte de los ecosistemas terrestres. Somos el único planeta donde hay fuego, nosotros, los Homo sapiens la única especia que utiliza el fuego, el cual fue además herramienta en la prehistoria, y también con el desarrollo de la agricultura. El fuego no puede ser algo extraño a los ecosistemas forestales ni agrícolas, pero la gestión ha hecho que quede proscrito. 

Como experto internacional ha formado parte de un grupo de asesoramiento sobre prevención de incendios forestales del Gobierno de Australia. ¿Cómo se aborda este problema en España?.

Los investigadores no contamos en la gestión. Nunca se nos pregunta ni se aplican nuestros trabajos. La gestión actual sigue estando dominada por políticas y protocolos ideados en tiempos en que la población estaba presente en las zonas rurales. Es por eso que desde FUEGORED intentamos que se forme una conciencia global entre gestores, usuarios e investigadores. La próxima reunión la tendremos en Málaga y esperamos avances en ese sentido.

En este Año Internacional de los Suelos, ¿qué balance de la situación se puede hacer?

Desde la ciencia hemos hecho un gran esfuerzo para llegar al público, y se han desarrollado actividades para dar a conocer el valor de los suelos. Pero seguimos teniendo una gran necesidad de que los suelos sean más conocidos, y que no solo los especialistas sepan de que hablamos. Gran parte de la población conoce el problema de la deforestación del Amazonas, pero pocos conocen que los suelos de los nuevos naranjales valencianos producen altas tasas de erosión y suelos y aguas cargadas de productos químicos.

¿Echa en falta una Directiva Europea del Suelo?

Sí. Ahora ya es una necesidad imperiosa que Europa decida cuál es el futuro de los suelos y que no quede sin normativa. El suelo debe tener una Directiva Europea para estar al nivel de protección del agua y evitar abusos que están permitiendo utilizar el suelo como vertedero, o bien eliminándolo o degradándolo sin posibilidades de recuperación. Somos los agricultores los primeros interesados en esto.

¿Cuál es el papel de la agroecología en la conservación del suelo?

La agroecología tiene al suelo como el sujeto de la producción agrícola y por lo tanto lucha por su protección. Desde proyectos europeos de investigación en los que hemos participado desde la Universitat de València como son el proyecto LEDDRA y RECARE se ha podido comprobar la bondad de aplicar la agroecología en suelos pobres y degradados como los mediterráneos. En concreto en el proyecto RECARE estamos buscando manejos adecuados para hacer los suelos más sostenibles, con mejores y mayores producciones, pero evitando la erosión, la pérdida de materia orgánica o la contaminación. La agricultura ecológica tiene mucho que decir en la gestión de los suelos en el futuro.

Si se gestionan ecológicamente, ¿los suelos agrícolas pueden alimentar a la humanidad?

Sí. Sin duda. Y además con alimentos limpios que permiten la sostenibilidad. La agricultura química permite aumentar la producción pero poniendo en riesgo la sostenibilidad de esa producción al esquilmar los suelos. La producción ecológica protege el suelo y favorece su fertilidad a largo plazo.

Para finalizar, ¿qué mensaje daría a l@s lector@s de la Revista Ae?

Que la agricultura ecológica es la agricultura del futuro. Necesitamos más investigación e inversión en agricultura ecológica para ser más eficientes, pero, sin duda, una agricultura que produce alimentos sanos, que no daña el medio natural y protege a sus productores y consumidores es el futuro.  


Comentarios

Entradas populares de este blog

Entrevista a Clemente Mata

"La ganadería ecológica es el pilar en el que se va a sustentar en el futuro el desarrollo de la ganadería extensiva" Clemente Mata Doctor en Veterinaria por la Universidad de Córdoba (UCO), Catedrático de Producción Animal (UCO). Profesor de las disciplinas de Praticultura y Conservación de Forrajes, Sistemas Extensivos Ganaderos y Ganadería Ecológica (GE) de la Facultad de Veterinaria. Creador y responsable del Seminario Permanente de GE de la Universidad de Córdoba y de la Cátedra de GE. Fue también fundador de la Asociación para el Desarrollo de la GE. Ex Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) y del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE). Premio Andrés Núñez de Prado a la defensa y fomento  de la Agricultura y Ganadería Ecológica, y Premio “Medio Ambiente” de la Fundación Social Universal. Pionero en la Universidad Española del estudio y desarrollo de la Ganadería Ecológica. Entrevista

Moda responsable, ética y sostenible, cuando vestirse es mucho más que llevar ropa

"L uchamos contra esa carrera por llenar los percheros de los grandes almacenes, una lucha contra reloj e irracional que genera unas necesidades ficticias y que tanto daño hacen a nuestro planeta" En la pasada edición de BioCultura Madrid la moda sostenible tuvo un gran protagonismo. Además de lo aprendido en el encuentro para ecobloggers , la Jornada “Nuevos modelos económicos para cambiar el mundo”   me pareció de lo más interesante. Así es como conocí a Paloma G. López. Participó en la Jornada hablando de lo que más sabe, la moda sostenible.  Su intervención me supo a poco y he querido saber más de ella, y de su proyecto T he Circular Project.   ¿Cómo, cuándo y por qué nació el proyecto? The Circular Project nace en diciembre del 2014 y es un paso adelante después de crear mi primera marca: El Sinvivir , con ella descubrí la reacción de la gente cuando le contaba qué había detrás del proyecto, por qué era necesaria una moda responsable, ética y sostenib