“Las mujeres se enfrentan a los tiempos y procesos de una manera más paciente y calmada y eso es positivo para la agroecología pero no se deben cometer los mismos errores del pasado”
Idoia Jalón
BioAlai (Asturias)
Idoia Jalón en BioAlai |
Comenta que gracias a ellos los vecinos han cambiado la manera de ver la agricultura ecológica: “Al principio, la gente que estaba convencida de que cultivar convencional era lo mejor nos miraba con recelo en plan de “no os va salir nada” y ahora lo hacen con escepticismo porque ellos tienen la huerta envenenada y nosotros, siempre producción. Incluso, algunos que antes daban consejos ahora preguntan.”
Aunque siempre ha estado vinculada al campo, Idoia estudió Empresariales. Hace dos años, empezó a trabajar en la asociación de consumo ecológico BioAlai: “BioAlai, se organiza en dos áreas: la tienda, que es donde consumimos los socios, y el área social, que es de lo que yo me encargo. Organizo actividades de divulgación y animación del consumo de alimentos ecológicos y trabajo en la creación de redes internas y externas”. También gestiona los grupos de trabajo, como, por ejemplo, el Grupo de Consumo Responsable donde trabajan a sensibilización y proponen actuaciones hacia un consumo más consciente y transformador: “Tengo una media jornada, con un horario flexible para poderme adaptar a lo que va surgiendo cada semana. Todos los meses hay una charla/taller del Banco de Tiempo (eficiencia energética en casa, pedagogía sistémica o cómo hacer seitán casero..), una charla de alimentación y salud y un curso de cocina. Y a partir de enero, una visita a algún productor cercano... De manera puntual se han organizado: ciclos de nutrición, presentaciones de libros y estudios relacionados con la agroecología, catas...”
Su objetivo no es promover su crecimiento sino “crear una asociación más activa (facilitar el conocimiento, el encuentro y la participación entre personas socias); facilitar la formación e información en temas relativos con la salud, nutrición, agroecología y consumo responsable; y el impacto/transformación social (sensibilizar y trabajar para conseguir avances a nivel de asociación, social, institucional).”
Idoia cree que la gente se anima a formar parte de BioAlai por la facilidad de acceso a productos ecológicos, por sus valores, por su estructura asamblearia y por “la posibilidad de formar parte de una red de personas con unos valores comunes. E igual que pasó antes con la tienda, se vio la necesidad llegado cierto tamaño, de contar con una figura que coordinara y dinamizara toda la parte social.”
Es optimista respecto al futuro del sector ecológico: “Hay más conciencia social. Lo veo en BioAlai y también en mi entorno. Ya no se ve como algo exclusivo de cuatro hippies o pijos sino que se está normalizando y viendo la lógica social que esto tiene.” Pero cree que haría falta que las instituciones trabajasen para que se viera la importancia de la alimentación como algo transversal y estratégico, de salud a largo plazo, de empleo... También apuesta por fortalecer las redes que hay entre consumidores, productores, universidades, ONG... “Tanto a nivel de los que trabajamos por la agroecología como a otros niveles. No puede ser que estemos trabajando por la alimentación y descuidemos cosas como la energía, la financiación...”
Además, destaca el papel de las mujeres en la agroecología, los valores que tradicionalmente se han asignado a lo femenino: “Las mujeres se han encargado de los cuidados, la familia, el huerto, mantenimiento de las semillas... Todo esto requiere otra forma de pensar, de enfrentarse a los tiempos y procesos de una manera más paciente y calmada e implica una forma hacer las cosas también más volcada hacia lo colectivo, la colaboración... En la producción convencional el objetivo era extractivista, sacar la mayor cantidad posible con los menores recursos y eso originó una división sexual del trabajo: lo extractivo del hombre y la mujer más de cuidados. Debemos trabajar para pasar de un sistema extractivista a un modelo agroecológico pero sin reproducir las desigualdades del pasado en las nuevas propuestas.” Idoia resalta que en ese sentido quedan muchos pasos por dar, pero que no es algo exclusivo de las productoras (aunque en ellas se ve más porque el doble trabajo es más intenso): “No está superado el tema de los cuidados. Ese rol ha sido muy asignado a las mujeres, no solo a nivel social si no a nivel personal, que a veces es más complicado de superar”.
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