La crisis actual es un reflejo del modelo socioeconómico en el que se vive desde hace décadas. Por ello este momento debería aprovecharse para analizar el por qué, el reflexionar sobre las causas y plantear una alternativa, un modelo distinto donde los motores que lo rijan no sean el consumismo desmedido y el colonialismo cultural. Consumir para ser feliz... La obsolescencia programada es el mejor ejemplo de cómo la sociedad está regida por el consumo: no importan las consecuencias medioambientales o socioculturales, sólo el no dejar de comprar. Los productos se diseñan para que fallen, para que tengan una caducidad y un tiempo de vida útil programado. De esta forma, se obliga al consumidor a comprar otro: si la gente no compra, la economía no crece. En los años 20, los fabricantes empezaron a acortar la vida de los productos para aumentar las ventas (por ejemplo bombillas que no duren más de 1.000 horas). Se fuerza a los ingenieros a crear productos frágiles. Impresoras di...
Artículos de Gloria Martínez. Periodista especializada en temas medioambientales. Agricultura ecológica.